Dicen que tras las noches más oscuras
vienen los días más claros;
y tras los más fuertes inviernos,
las primaveras más hermosas.
Después de las más cruentas guerras,
se dan los mayores renacimientos.
Y hoy, aunque el día ha sido gris
y el humo sigue nublando,
hay una nueva estrella en el cielo,
grande y brillante,
siempre parpadeante.
Porque los humanos
son como las orugas:
no mueren, se transforman.
Y los que son como él
se convierten en estrellas
que te miran cada noche
y que saben tus secretos,
te los cuidan sigilosamente
y te protegen como eternos guardianes.
Ahora puedes estar segura de que jamás,
nunca jamás, volverás a estar sola... :).
Andreína Lopeira
